Es impresionante la capacidad que tienen algunos de hacerme feliz. Son pocas personas las que hacen de mi la puta persona mas jodidamente feliz que existe. No se, ni yo me explico la suerte que tengo. Miro dentro de mi, de mi vida y no encuentro un tan solo defecto, o puede que muchos, pero insignificantes comparando con la fortuna que tengo, y no hablo de dinero precisamente. No es que no me pasen cosas malas, tampoco me creo que todas las desgracias se concentren en tan solo una persona, no creo en la suerte. Mas bien es el cómo te tomas la vida, tu felicidad se basa en un 10% de lo que te pasa y un 90% de cómo te lo tomas. Se basa en tu actitud frente a la vida, puedes basarte en las buenas cosas o en las malas, tú decides. Si algo no te gusta, la responsabilidad que tienes es cambiarlo. No puedes esperar a que algo cambie, tienes que ir a por ello. La vida es eso. Arriesgarse. Que si sale mal siempre hay opción de intentarlo de nuevo, o de otra forma, o en otro lugar, o con otros. ¿Y si sale bien? El no olvidar que algún día vamos a morir, que algún día no podre sentir, ni ver, ni oir, ni querer a todas personas por las que merece la pena vivir, hace que disfrute cada instante y que valore cada objeto como si fuese la ultima vez que lo volviese a ver. El aprender a valorar un árbol, un paisaje, un hobbie, una sensación, y sobre todo personas. Eso es vivir. Y por mucho que parezca que la muerte es el fin, lo peor, no es así. La muerte es la única mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. No hay tiempo para hacer todo, por tanto, cada cosa que haces debe ser excelente. Cada día que vivas tiene que ser maravilloso. Disfruta cada paisaje como si no lo volvieses a ver jamas. Valora cada objeto como si no volviera a existir nunca. Quiere cada persona como si no existiese un mañana. Porque si vives cada día como si fuera el ultimo, algún día tendrás razón.
